La primavera está por llegar y en la Reserva El Zapotal se puede admirar durante el recorrido por los senderos, el trinar de las aves así como de pequeños ejemplares explorando su nuevo hogar, lo que nos indica que la época más grande de nacimientos en el año ha llegado junto con una de las estaciones más bellas; y es que no solamente las especies en libertad han logrado reproducirse sino que el recinto del Mono Negro Saraguato tiene un nuevo integrante en la familia, pues la pareja en extinción ahora cuenta con un pequeño que hace más grande la familia.

Chiapas cuenta con tres especies de primates mismos que se distribuyen en nuestro país, y en el ZooMAT podemos observar a todas: el mono saraguato pardo que es el que se encuentra en libertad a lo largo de toda la reserva El Zapotal; el mono araña que se localiza en un amplio recinto con grandes arboles de la región en el que frecuentemente se desplazan de un lado a otro y son de gran aceptación por el público visitante al Zoológico, y el mono saraguato negro que vive en medio de grandes árboles de chicozapote y amate y se encuentra en el recinto al final del recorrido.

Es ahí donde habita una pareja adulta de mono saraguato negro, mismos que ha hecho crecer a la familia ZooMAT y los visitantes ya pueden observar a la cría bebe en las espaldas de su madre y que tiene aproximadamente un mes de nacido.

Como las otras especies de primates mexicanos los pequeños nacen después de una gestación de un poco más de 4 meses y permanecen aferrados a la madre prácticamente su primer año de vida. La reproducción de esta especie en México es muy escasa, pues estos animales son muy difíciles de mantener en colecciones bajo cuidado profesional por sus hábitos alimenticios especializados (brotes tiernos de plantas y frutos de plantas de selva).

Los padres de este nuevo habitante del ZooMAT fueron rescatados del tráfico cuando apenas eran unas crías y después de muchos cuidados especiales en el área de Guardería lograron crecer, y después de un largo proceso de manejo e integración fueron trasladados a su recinto actual en donde felizmente hoy conforman una familia.

Los monos saraguatos negros se distribuyen en Chiapas en la región Lacandona, son primates sociales, que forman grupos que van de los 5 a los 20 individuos. Prácticamente toda su actividad se desarrolla en lo alto de los árboles en donde se desplazan con gran habilidad aunque sin los grandes saltos y acrobacias que caracterizan al mono araña. Asimismo, pueden permanecer totalmente quietos y pasar inadvertidos. Su alimentación es vegetariana consumiendo hojas, brotes tiernos y diversos frutos. Por las mañanas y al atardecer los machos emiten fuertes rugidos que son escuchados a varios kilómetros a la redonda. Son un poco más grandes y robustos que los monos araña, alcanzando una talla de ochenta centímetros. La cabeza es grande y provista de fuertes mandíbulas y posee en la garganta una caja de resonancia, formada por el hueso hioides que les da un aspecto muy peculiar, a lo que también contribuye la barba que ostentan, especialmente los machos. Las extremidades son cortas y gruesas. Un animal adulto pesa entre 6 y 10 kg.

Es importante mencionar que tanto los monos arañas como saraguatos se encuentran en peligro de extinción, pues su hábitat natural, las selvas tropicales del sureste de México, han disminuido de manera alarmante, así como por el tráfico al ser adquiridos como mascotas, donde las madres son sacrificadas por los traficantes para poderlas separar de sus crías.